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lunes, 20 de septiembre de 2010

La Carencia de Amas y sumisas

“No es difícil encontrar, en foros y chats, Amos y sumisos que se quejan amargamente de que, tras buscar durante largo tiempo, siguen sin encontrar alguna Ama o sumisa con la que jugar. En algunos casos esta situación lleva prolongándose durante meses e incluso años, con la consiguiente desesperación y desesperanza del individuo en cuestión.
“No es tema que pueda tomarse a broma. Es muy cierto que la demanda de mujeres en el mundo bdsm es grande debido al exceso de Amos y sumisos o a la falta de Amas y sumisas –tanto monta, monta tanto- en el mercado. No es ningún misterio para nadie que, cuando un Ama o sumisa anuncia públicamente, a través de un chat o un foro, que busca un Amo o un sumiso –según corresponda-, a las pocas horas el buzón de correo de las demandantes rebosa de mensajes de aspirantes.
“¿Por qué hay tan pocas mujeres en el bdsm? ¿Será que a los hombres nos gusta más el bdsm que a las mujeres?
“Definitivamente no. Me niego a creerlo. Hombres y mujeres no somos diferentes en esto. Entonces, ¿cuál es la causa? Según mi opinión, creo que son principalmente dos.
“La primera causa es sencilla de entender: no hay muchas mujeres que estén dispuestas a quedarse a solas con un hombre para hacer juegos bdsm. Lógicamente, esta cuestión afecta más a las sumisas que a las Amas. Pues si bien, desde el punto de vista de las Amas, “nunca se sabe quién te puede tocar”, desde el de las sumisas, ¿quién, en su sano juicio, se dejaría atar –por poner un ejemplo ilustrativo- por un desconocido? En muchos casos, el hacerse esta pregunta provoca el resquemor de la sumisa a entrar en el mundo del bdsm. Contra este argumento… ¿qué puede decirse? La verdad es que yo, en su lugar, pensaría como ellas. De hecho, cuando hablo con sumisas, a menudo les comunico mi admiración por tener el valor para dejarse atar y ponerse en manos de otra persona.
“Cuando trabo amistad con alguna sumisa principiante, si llega un momento en que nos planteamos hacer juegos bdsm, suelo hacer hincapié en que una cosa es hablar de dichos juegos por msn, mientras ella está tranquilamente en su casa, y otra muy distinta será estar ante mí cuando le diga que la voy a atar. A partir de ese momento las palabras y las declaraciones de intenciones estarán de más. Será real. Ella estará atada y a mi completa merced. Si les cuento esto no es para asustarlas o ponerlas nerviosas, sino, precisamente, para que sean plenamente conscientes de lo que va a ocurrir. No me importa esperar el tiempo que haga falta hasta que estén preparadas. Lo que sí considero importante es que lo estén de verdad y que cuando así lo decidan, lo hagan porque confían en mí lo suficiente como para dar ese paso.
“La segunda causa es de carácter histórico. El hombre ha demonizado la sexualidad de la mujer durante miles de años. La fuerte represión sexual a que se han visto sometidas las mujeres –y a la que son sometidas actualmente en algunos casos-, no contribuye precisamente a que puedan expresar libremente su sexualidad. Es cierto que en estas últimas décadas hemos asistido a un progresivo despertar social de la mujer, cosa impensable hace tan solo treinta o cuarenta años, cuando la mujer estaba irremediablemente supeditada a la autoridad del hombre. Este cambio de actitud y mentalidad ha provocado que ya no nos resulte extraño que, en las relaciones sexuales y de pareja, sea la mujer la que tome la iniciativa en muchas ocasiones. Y esto es algo que los hombres deberíamos apreciar en lo que vale, que no es poco. Sin embargo, no debemos engañarnos: por mucho que haya avanzado la mujer en estos aspectos, el muro levantado durante milenios de represión no puede ser derribado tan fácilmente.
“Añádase a todo esto el hecho de que estamos hablando de bdsm. Es decir, que al sentimiento inconsciente de culpabilidad y de estar haciendo “algo malo” por expresar su sexualidad libremente, hemos de añadir que esa sexualidad se revela desde el punto de vista de la necesidad de dominar o ser dominada. Llueve sobre mojado. No es difícil imaginarse a una mujer a la que le atrae el bdsm preguntándose qué pensarán los demás de ella. Si la persona que ha de responder esa pregunta pertenece al ámbito bdsm, la respuesta es muy simple: nada. Si eres mujer y estás leyendo este artículo, da el paso. Habla con nosotros. Te escucharemos, te aconsejaremos y te enseñaremos el camino para que puedas disfrutar plenamente del bdsm SSC*. Porque nosotros somos como tú. Nosotros te entendemos.
“Sabemos por lo que estás pasando: tienes miedo, estás desorientada y te sientes confusa. Nosotros no te juzgamos. Te ayudaremos a aceptarte tal como eres. No eres rara. No estás enferma. Simplemente vives tu sexualidad de un modo distinto.”

Autor: Master Hellcat

de sira{DT}

viernes, 3 de septiembre de 2010

El Dolor como placer

http://www.cuatro.com/after-hours/videos/avance-rafa-comprueba-dolor-extremo-puede-provocar-placer/20100608ctoultpro_5/