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viernes, 4 de junio de 2010

… Y tu haces que la noche sea un cuento de niños …(1)




La ví frente a mi, mecida al azar de la gente que entraba y salía de ese tugurio oscuro de música metálica y estridente. Su mirada parecía perdida, como si no fuese de ella, igual que toda ella, era más un cuerpo sin órganos que uno sólido y tangible. La barra seguía aguantando mi tónica con vodka y me deleitaba contemplado ese cuerpo diminuto, de tez blanquecina casi como una vidriera que dejaba intuir el resplandor de sus huesos, La cara perfilada en una sombra de ojos negra y unos labios que se me antojaban carnosos, demasiado; como una cereza pico negro. Mantenía una sonrisa perdida, invariable. Me tire a ese fragor de olas decidido a rescatarla, como a un naufrago, que es arrancado de una oscuridad perpetua. Intente adentrarme en su mirada, robarle parte de su vida, aguante su barbilla con mi mano haciendo que me mantuviese esa mirada. Note como su diminuta mano se acercaba a mi entrepierna, rozándola brevemente sin atreverse a subir mas arriba. Cogí una de sus manos alzándola sobre su cabeza, el gesto deslizo su camiseta; negra, con unos ojos de gato que sobresalían del resto de la cara empujados por unos pechos que se me antojaban prietos. La hice girar sobre si misma contemplando su cuerpo bajo la luz amarillenta de lo que parecía un farol de gas. Me gusto su culo, redondo, embutido en unas mallas, una segunda piel que simulaba escamas negras. Su mejilla torno de color, por un instante se quedo sonrosada y sus labios de perfil aun parecían mas carnosos si cabe. En ese momento decidí que serian míos. Baje su mano, sin miramientos hasta mi polla, la deje y con la mía encima la insté a acariciarla, la sonrisa había cambiado a un gesto serio, de ceremonia. Se agito su respiración, su mirada quedo baja y desde arriba las mejillas se intensificaban en rojo. Se mordía los labios en gesto comedido, acaricie un pecho en busca de su pezón, no me sorprendió que no llevase sujetador. Lo encontré, lo pellizque despacio, aumentando la presión, despacio de nuevo, me fijaba en sus gestos. En ningún momento se quejo, ni hizo amago de retirarse, tan solo el labio lo mordió con mas fuerza. La caricia sobre mi polla se suavizo, lo hizo con delicadeza, disfrutando de mi placer, sintiéndose bien por que yo me sentía bien. Tire con mi mano izquierda de su coleta negra hacia atrás, haciendo que su cara se elevase ofrecida. Los parpados entornados no me dejaron ver el color de sus ojos, la naricita respingona aleteaba rítmicamente y los labios brillaban invitando a ser mordidos, devorados. Cosa que hice con placer, estrujando esa fruta que empezaba a estar madura. Mi mano derecha agarro sin miramientos su culo, oprimiéndolo, palpándolo marcando un terreno de propiedad, atrayéndola hacia mí. Notaba su respirar agitado contra mi pecho, sus tetas se frotaban impúdicamente contra mí al ritmo que yo marcaba desde su culo. Sus ojos permanecían cerrados y se dejaba devorar los labios a placer. Su mano seguía acariciando delicadamente mi polla, esperando una orden con la que acelerar el ritmo, aunque intuía que ese no era el lugar donde acabar…


Daryus

4 comentarios:

JEFA_Mad dijo...

Buenos días:
Gracias Sr Daryus, se echaban de menos sus relatos, sus descripciones...... ya sabe que le digo muchas veces que soy su fan jejejeje.... no nos deje tanto tiempo sin leerle.
Saludos.

Anónimo dijo...

Hola :

Lo primero de todo agradecerle que vuelva a escribir , algunas personas disfrutamos con sus escritos enormemente , y segundo que muy poca gente sabe trasformar las palabras en recuerdos que nos trasladan a esos momentos tan sentidos y deseados , es todo un placer leerle , besitos.

minerva dijo...

Es un placer dejarse llevar por Sus palabras Señor, un relato sensual y excitante lleno de Usted.

Un beso.

Anónimo dijo...

Que bello relato! me he quedado con ganas de mas <3 saludos desde Zynhedra-Landia!